Para el cristiano hay una única certeza y es que Cristo ha vencido el pecado y la muerte con su resurrección, por ello animados por esta experiencia con el resucitado y en medio de una historia con sus claros-oscuros, vamos caminando con pasos serenos, encarnados y el corazón bien alto, cercano al cielo.
Las experiencias que hemos vivenciado en los últimos dos años y medio, casi, con una pandemia de por medio y una III guerra mundial (no dicha, pero real y concreta), cuyos efectos económicos complejizan la vida del país, sumado a la ineptitud de nuestros gobernantes, la corrupción que alcanza todos los niveles, la falta de oportunidades… hacen que el presente se vea oscuro.
Sin embargo en medio de las tormentas, Dios que nos ha bendecido con un espíritu fuerte, nos dio un corazón nuevo y nos manifestó la alegría de su salvación (Sal 50), nos invita a no caer en el desaliento, a no bajar los brazos y seguir ampliando los horizontes del Santuario con cosas buenas y bellas que, ya acontecen y que debemos ir más allá de lo que presencialmente podamos hacer.
Por ello, desde hace unos meses estamos concretando un espacio radial, que en principio irá por redes sociales. Será un espacio desde el que y por el cual, Mamá María siga alcanzando con su amor de Madre la vida de sus queridos hijos, los peregrinos de antes, de hoy y de siempre, en particular aquellos que no pueden acercarse al Santuario.
Se llamará Radio Encuentro, porque toda visita al Santuario y sus espacios no son sino eso, un Encuentro con aquella Madre, amiga, abogada, intercesora… que nos pone en contacto con su Hijo para que las gracias que precisamos, las obtengamos por su súplica, ya que ella es medianera de todas las gracias.
Hace 75 años se manifestaba la Virgen, con esta bella advocación de María Rosa Mística, a Pierina, en Montechiari y esa experiencia y presencia amorosa de María se ha extendido por todo el mundo y desde nuestro Santuario a toda nuestra Argentina, Ermitas, Capillas, Parroquias y tantas imágenes peregrinas que hacen presente en la vida de sus devotos, aquellos regalos que Mamá María desea ofrecer a sus hijos allí donde estén, dónde lo precisen.
Sé bienvenido querido peregrino y que nuestra Madre te conceda aquello que llevas en tu corazón. Bendiciones. P. Henry
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